Cynthia Matayoshi
90 páginas
Poesía
Ilustraciones: Josefina Wolf

El epígrafe que eligió Cynthia Matayoshi para su segundo libro de poemas, le propone a la osa dejarse cazar con alegría si no pudo ocultarse en la nieve. Es que los glaciares se derriten, los bosques arden y el humo expulsa. Por eso, la poeta no pierde tiempo y desde un presente que gime, incita: “hacé lo que ames con locura/ ahora/ sin pedir permiso”.

Consciente de que el horror es tan grande como la belleza que cauteriza nuestras heridas, nos ofrece estos poemas no condescendientes con el yo poético ni con los espejismos de la vida moderna: “La anormalidad no es un lugar/ es una bestia que ruge en el centro del mundo/ esperando que abramos la puerta”.

La voz de Cynthia Matayoshi se sumerge en el dolor, pero no hace su madriguera allí. Lo explora y emerge erotizada por los descubrimientos que aún puede ofrecer la vida. Transformada en búfala, en lagarto y en flor que expulsa su aroma más dulce, nos atrae como a las abejas hacia el banquete sensorial de sus versos. Por eso propongo: leamos este maravilloso libro con nuestras papilas, pestañas y cilios.

Natalia Litvinova

 

Como una osa polar - Cynthia Matayoshi

$14.000,00
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Cynthia Matayoshi
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El epígrafe que eligió Cynthia Matayoshi para su segundo libro de poemas, le propone a la osa dejarse cazar con alegría si no pudo ocultarse en la nieve. Es que los glaciares se derriten, los bosques arden y el humo expulsa. Por eso, la poeta no pierde tiempo y desde un presente que gime, incita: “hacé lo que ames con locura/ ahora/ sin pedir permiso”.

Consciente de que el horror es tan grande como la belleza que cauteriza nuestras heridas, nos ofrece estos poemas no condescendientes con el yo poético ni con los espejismos de la vida moderna: “La anormalidad no es un lugar/ es una bestia que ruge en el centro del mundo/ esperando que abramos la puerta”.

La voz de Cynthia Matayoshi se sumerge en el dolor, pero no hace su madriguera allí. Lo explora y emerge erotizada por los descubrimientos que aún puede ofrecer la vida. Transformada en búfala, en lagarto y en flor que expulsa su aroma más dulce, nos atrae como a las abejas hacia el banquete sensorial de sus versos. Por eso propongo: leamos este maravilloso libro con nuestras papilas, pestañas y cilios.

Natalia Litvinova